El presidente del INTI, Javier Ibáñez, envió un correo al
personal –que no fue despedido- el 26 de febrero, instantes antes del
multitudinario acto realizado a un mes de acampe y resistencia pacífica en el
predio central del organismo. En él, Ibáñez dice: “Durante todo este tiempo les
dijeron mentiras como que queremos una dotación óptima de 1600 personas, que
vamos a despedir a 1000 trabajadores, que queremos tercerizar servicios,
vaciar, desmantelar y privatizar el INTI con la ayuda de Tecnalia. Quiero que
les quede algo en claro: nada de eso va a suceder”.
Todo eso nos llenaría de confianza, si no fuera porque él
mismo, días atrás entrevistado por Jorge Lanata en Radio Mitre, dijo lo
siguiente:
Jorge Lanata: ¿Estos
250, son el comienzo de una serie de despidos?
Javier Ibáñez: Yo le
pongo como ejemplo, en agosto de 2005, porque usted estaba preguntando y tengo
los números concretos. Agosto de 2005, trabajaban 1580 personas. Cuando yo
asumo, en el INTI trabajaban algo más de 3100 personas para casi los mismos servicios
que estaban brindando, o sea, duplicó la planta. Si me voy más atrás, si me voy
al 97, 1084 personas. Nosotros le estamos pidiendo un esfuerzo a la gente, el
primero que tiene que hacer un esfuerzo es el Estado. Pero no podemos creer que
una institución que crezca de esa manera y se sobredimensione de esa manera, no
tengamos áreas de oportunidad para trabajar.
“Áreas de oportunidad para trabajar”, un hermoso eufemismo
del ámbito empresarial para decir despedir gente. Pero vamos a concederle el
beneficio de la duda. Tal vez las palabras de Ibáñez puedan ser un poco vagas,
y siendo que el mail es posterior a esta entrevista, capaz cambió de opinión. Sin
embargo, quien disipa todo tipo de dudas sobre la auténtica intención del
gobierno no es ningún trabajador de INTI, sino el mismísimo Jefe de Gabinetes
de Ministros de la Nación, Marcos Peña –cuyas mentiras sobre el Instituto ya
fueron desarticuladas en INTI en Lucha Informa #1-, quien en la conferencia de
prensa del 2 de marzo en Casa Rosada dijo lo siguiente:
Marcos Peña: También
es un hecho que, en los diez años de kirchnerismo se duplicó la planta, como en
casi todos los lugares estatales, se duplicó la planta de empleados. Entonces
el objetivo del equipo que lidera el INTI es poder llegar a una dotación acorde
a las necesidades y las funciones, porque es una responsabilidad a la hora de
administrar fondos públicos el poder encontrar ese equilibrio.
“Dotación acorde a las necesidades y funciones”, dice,
habiendo cerrado áreas y centros enteros. La mentira tiene patas tan pero tan
cortas, que ni siquiera puertas adentro de Cambiemos logran articular un
discurso. En la caravana y acto que se realizó también el 2 de marzo en las
puertas del Ministerio de Trabajo, tras 35 días de resistencia, finalmente una
delegación de INTI fue recibida por Mauricio Riafecha, director de análisis de
asuntos laborales del empleo público, quien aseguró que le llamó la atención el
pago de indemnizaciones y la cantidad de despidos, preguntó por qué había
delegados despedidos y quién hizo las listas de despidos –donde se le contestó
que fue Ernesto Luna, gerente de RR HH, cosa que dijo Ibáñez mismo ante la
opinión pública-, entre otras cosas.
Todo esto que pareciera un chiste de pésimo gusto se explica
cuando uno escucha cuál es la verdadera opinión que tiene Javier Ibáñez sobre
lo que es el INTI.
Javier Ibáñez: Soy
ingeniero industrial, me encantan los procesos productivos. La verdad que tras
un largo recorrido de ser funcionario, llegué a un lugar que para mí es como un
parque de diversiones.
Este parque de diversiones es el lugar de trabajo y
pertenencia de más de tres mil trabajadores y trabajadoras, de los cuales 258
fueron despedidos. Si Ibáñez quiere chocar autitos, que lo haga en otro lado,
no en el INTI. Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi, dijo la célebre
frase “miente, que algo quedará”. Lo que Cambiemos ni siquiera puede lograr es
unificar un discurso, siendo que, como quedó demostrado, en este Parque de
diversiones, Javier Ibáñez y Marcos Peña son payasos sin gracia. No lo olvides:
excepto los vaciadores, en INTI no sobra nadie.
Formato audio: Click aquí.
Entonces para qué le pagó a Tecnalia casi 300.000 euros? No era para el Máster Plan para reestructurar el INTI? Cada vez son más evidentes los curros!
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